�Qu� hacemos con lo que sabemos?
El problema del intelectual en Latinoam�rica
Ser intelectual en Latinoam�rica es un privilegio. Llegan unos pocos. Aquellos que recibimos las suficientes prote�nas para poder vivir, y despu�s pensar. Tuvimos suerte. Gran parte de los ni�os en Latinoam�rica o mueren al nacer o est�n mal alimentados en su infancia o si tienen mejor suerte, sobreviven. S�lo de eso se trata. De sobrevivir. No tienen derecho a la VIDA. NACEN marcados. Con DESTINO. Sin posibilidad de elecci�n. Un tr�gico determinismo socioecon�mico los sella tr�gicamente.
Es el destino de gran parte de la poblaci�n de nuestro continente. Continente de hambre y enfermedad. Lucha por comer o morir.
Lo dem�s son palabras huecas.
La libertad sin buena alimentaci�n NO EXISTE. La libertad sin medicina NO EXISTE. La libertad sin calzado para ir a la escuela NO EXISTE.
En Latinoam�rica se lucha por cuestiones de supervivencia. El eje central del problema ES ESE. Alimentaci�n o muerte.
La lucha es entre quienes son indiferentes frente a la miseria, el hambre y la muerte y los que luchan para que sus hijos no se mueran de hambre y puedan vivir con dignidad humana. Recuperar el derecho a ESA DIGNIDAD.
Lo dem�s es secundario a esa dial�ctica de MUERTE y SOBREVIVENCIA.
Sin embargo, algunos ni�os nos salvamos. Hemos sido bien alimentados. Tuvimos suerte. Pudimos sobrevivir y adem�s estudiar, informarnos, prepararnos para el SABER. PARA EL CONOCIMIENTO.
Pero �qu� hacemos con nuestro saber de privilegio en Latinoam�rica? Porque el saber se torna peligroso para aqu�l que lo instrumenta, para el develamiento de las estructuras de la sociedad que ostenta el poder en sus distintas formas de Explotaci�n y Dominaci�n. Cuando el saber denuncia las injusticias sociales en nuestro continente, se torna �peligroso� o �subversivo�. Palabra que define desde el poder todo conocimiento que intenta transformar la realidad social.
Mientras el saber solo se convierte en conocimiento abstracto, desligado del contexto social, pol�tico y econ�mico, es bien venido. Teor�as que no comprometen, que no denuncian, que no critican. El saber inofensivo del intelectual.
Proliferan las teor�as inofensivas en todas las dictaduras latinoamericanas. El intelectual que tergiversa su objeto o incluso simplemente lo reduce, da la espalda a la realidad que le envuelve y se convierte en el acto en esteta del intelecto. Es, adem�s un hombre solo, y estar solo significa haber roto la comunicaci�n preexistente con los otros, porque el hombre nace entre otros.
Maneja un discurso -un intramundo personal�simo y desrealizado- valedero s�lo para uno mismo.
El otro saber, aqu�l que pertenece al intelectual que tiene conciencia de que con el privilegio de su saber puede estar al servicio de la transformaci�n o del cambio social, se vuelve peligroso para las estructuras de poder en Latinoam�rica.
Otros intelectuales podr�n, en cambio, utilizar sus conocimientos al servicio del mantenimiento de esas mismas injusticias sociales.
La persona apta para la funci�n intelectual y que tiene conciencia de la gran explotaci�n y de las grandes injusticias sociales de nuestro continente y que se halla dotada para la percepci�n de la lectura de cierta totalizaci�n de la realidad, puede callar o hablar. Pero elige. Tiene conciencia de que cuando calla traiciona una �TICA. Una �tica ligada a la responsabilidad de su ser social. �Existencia de una deontolog�a del intelectual como tal intelectual�. (Castilla del Pino). Si sabe y calla, se salva, pero traiciona su �tica como intelectual. Como privilegiado. Duerme avergonzado. No puede olvidar los ni�os muertos de hambre. Tiene pesadillas de mala conciencia. Vive disminuido. Reduce su dignidad.
Si sabe y habla puede correr peligro.
A veces la c�rcel, a veces la muerte.
Por denunciar. Por escribir poes�a. Por escribir teatro. Por escribir historia. Por hacer cine. Eso es cotidiano en nuestro continente. El peligro de utilizar el saber en la cultura al servicio de la denuncia de las grandes injusticias sociales.
�Qu� hacer entonces con nuestro saber? Ese es nuestro gran dilema. �Qu� escribir? �Qu� estudiar? �Qu� comunicar? �Qu� ense�ar? �Qu� decirle a nuestros hijos? �C�mo informarlos? �Qu� historia ense�arles para que �vivan tranquilos�? �Qu� nueva trampa a la censura para poder expresarnos?
�C�mo no vivir avergonzados de nosotros mismos cuando nos mutilamos hasta la m�xima castraci�n de nuestra identidad?�
�Contribuir y seguir contribuyendo a la pobreza cultural sin denunciarla?
�C�mo superar el miedo? �Qu� hacer?
Son las grandes preguntas del dilema del intelectual en Latinoam�rica.
�La sociedad que costea que haya hombres que vivan pensando exige que piensen tambi�n para ella�. (Castilla del Pino)
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